Cuando me acuesto, digo: ¿Cuándo me levantaré y la noche se habrá ido? y estoy lleno de sacudidas de un lado a otro hasta el amanecer.

Ver. 4. Cuando me acuesto, digo: ¿Cuándo me levantaré? &C. ] Aquí hay una descripción gráfica de una noche agotadora. La noche es muy laboriosa y fastidiosa para los enfermos: luego revuelven sus problemas y, libres de las visitas de amigos, visitan sus propias aflicciones y estudian libremente sus propios malestares; luego yacen toda la noche deseando que llegue el día, contando el reloj, escuchando el gallo (ese reloj natural), dando vueltas de un lado a otro hasta el amanecer del día, sin poder conseguir el menor parpadeo de sueño, esa nodriza de la naturaleza, y dulce paréntesis de los dolores y preocupaciones de los hombres. Oh, presente la condición de un enfermo inquieto en sus pensamientos (dice un intérprete aquí), alabe a Dios por las noches tranquilas y compadezca a aquellos a quienes están asignadas noches fatigosas.

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