Y comeréis en abundancia, teniendo en abundancia la mejor comida, y estaréis hartos y alabaréis el nombre del Señor, vuestro Dios, que ha obrado maravillosamente con vosotros, dando a conocer sus maravillas por la manera en que los trató; y mi pueblo nunca se avergonzará, nunca se amontonará con justicia con burla y deshonra, ya que sería tan evidente que el Señor estaba de su lado. Además, esto se vería respaldado más que nunca por la plenitud de las bendiciones espirituales que tenía la intención de derramar sobre sus hijos después de su restauración a su condición de hijos.

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