Y los hombres de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombres; porque los persiguieron desde delante de la puerta, donde se había lanzado el ataque, hasta Sebarim, canteras de piedra a cierta distancia hacia el sur, y los hirieron en la bajada, mientras huían hacia el valle del Jordán; por tanto, el corazón del pueblo se derritió y se volvió como agua, en total desánimo y abatimiento.

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