Y sucedió que al séptimo día le dijeron a la esposa de Sansón: Atrae a tu esposo para que nos declare el enigma, ella se las arreglaría de alguna manera para que él revelara la solución o al menos una clave para su comprensión. , no sea que tú y la casa de tu padre quemarán con fuego; ¿ Nos habéis llamado, invitado, a tomar lo que tenemos, a empobrecerlos, a saquearlos? ¿No es así? Dieron a entender que el acertijo era simplemente una simulación, un plan para hacerles pagar, aunque habían aceptado voluntariamente los términos establecidos por Sansón. Su amenaza muestra su crueldad cruel, su codicia miserable.

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