Y la mujer de Sansón lloró delante de él y dijo: Me odias y no me amas, el reproche más fácil y práctico en las circunstancias; Has planteado un enigma a los hijos de mi pueblo y no me lo has dicho. Su discurso muestra que la mujer, en una elección entre su marido y su pueblo, se inclinó por los filisteos, el resultado habitual en el caso de los matrimonios mixtos. Y él le dijo: He aquí, no se lo he contado a mi padre ni a mi madre, quienes hasta ahora podrían haber esperado que él compartiera sus secretos con ellos, ¿ y te lo diré?

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