Y abandonaron al Señor, la repetición de esta declaración sirvió para enfatizar la atrocidad de la transgresión, y sirvieron a Baal y Astarot. No hubo un rechazo absoluto de Jehová, sino una mezcla de Su adoración con el culto a la naturaleza cananea. Pero esta actitud es incompatible con la verdadera religión; porque como Jehová es el único Dios verdadero, al lado de y ante el cual no hay otros dioses, cada mezcla de Su adoración con la adoración de ídolos lo coloca al nivel de estos dioses imaginarios. Esa es la esencia de todo sincretismo y sindicalismo, no la elevación de la falsedad a la dignidad de la verdad, sino la profanación de la verdad al nivel de la falsedad.

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