¿Por qué te quedaste entre los apriscos para oír los balidos de los rebaños? Debido a que los rubenitas preferían la seguridad de sus hogares, aquí se los aborda con amarga ironía. Por las divisiones de Rubén hubo grandes exámenes de corazón; meditaron y consideraron el asunto bastante bien, pero fueron incapaces de despertar a la acción.

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