Porque ellos, los madianitas y sus aliados, subieron con su ganado y sus tiendas, con todo lo que necesitaban; y vinieron como langostas, langostas, por multitud, y también por voracidad; porque tanto ellos como sus camellos eran innumerables, una gran multitud; y entraron en la tierra para destruirla, ese era su propósito declarado, despiadada y despiadadamente devastar toda la tierra, haciéndola inadecuada para ser habitada.

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