Entonces el pueblo tomó víveres en su mano, más bien ellos, los trescientos, tomaron la comida del pueblo, que había sido preparada para la campaña, y sus trompetas; y envió a todo el resto de Israel cada uno a su tienda, de regreso a su propia morada, y retuvo a esos trescientos hombres. Y el ejército de Madián estaba debajo de él en el valle. Gideon tenía una sola ventaja, la ubicación; cualquier otra consideración estaba en su contra. Dios tiene sus propias formas de gobernar el mundo y de librar sus guerras, y los creyentes simplemente deben aprender a confiar en él.

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