Llora dolorosamente en la noche, el sueño se le escapa de los párpados por la grandeza de su dolor, y sus lágrimas corren por sus mejillas, que fluyen sin cesar y no tienen posibilidad de secarse; entre todos sus amantes, que antes profesaban afecto por ella, no tiene quien la consuele; todos sus amigos, de los que dependía en busca de ayuda, la han tratado traidoramente, abandonándola en medio de los peligros que la sobrevinieron; se han convertido en sus enemigos, y su antigua profesión de lealtad se convierte en abierta hostilidad.

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