Los reyes de la tierra y todos los habitantes del mundo no hubieran creído que el adversario y el enemigo debían haber entrado por las puertas de Jerusalén. De hecho, había sido tomada en los primeros años, por Sisac de Egipto y por Joás de Israel, 1 Reyes 14; 2 Reyes 14, pero desde entonces había sido fortificado hasta tal punto que se consideraba inexpugnable; además, prevalecía entre las naciones vecinas la idea de que estaba bajo la protección especial de Jehová. Pero lo inaudito había sucedido.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad