Los reyes de la tierra y todos los habitantes del mundo no hubieran creído que el adversario y el enemigo debían haber entrado por las puertas de Jerusalén.

Ver. 12. Los reyes de la tierra, etc. ] Estos, sabiendo cuán inexpugnable era una pieza de Jerusalén; cómo los jebuseos de la antigüedad sostuvieron la torre de Sion contra David; cuánto tiempo había mantenido fuera a Nabucodonosor, es decir, casi dos años; cómo había sido preservado por Dios contra Senaquerib, etc., lo veía como en un hijo insuperable, y no podía dejar de ver una venganza divina en su destrucción.

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