Y cuando haya partido el bastón de tu pan, que aquí también se representa como el bastón de la vida, expresión proverbial que denota la imposición de una escasez extrema, diez mujeres, de tantos hogares, hornearán tu pan en un horno, donde antes se necesitaban diez, y te volverán a entregar tu pan por peso, en raciones esmeradas; y comeréis, y no os hartaréis. Esa fue la tercera etapa del mayor castigo de Dios: guerra, pestilencia y hambre.

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