La tierra también quedará de ellos, y disfrutará de sus sábados, mientras ella yace desolada sin ellos, libre de la opresión de una población que desobedeció la voluntad del Señor; y aceptarán el castigo de su iniquidad, inclinando sus espaldas a la vara de disciplina del Señor; porque, aun porque despreciaron mis juicios, y porque su alma aborreció mis estatutos.

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