Y Moisés dijo a Aarón: Ve al altar y ofrece tu expiación y tu holocausto, y haz expiación por ti y por el pueblo, y ofrece la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, como Jehová. ordenó. Ese era el núcleo de la idea de los sacrificios, ese era el propósito de las ofrendas en todo momento, cubrir los pecados ante los ojos de Dios, para que Él los perdonara. Y todo esto se logró para los israelitas creyentes en vista de la perfecta expiación de Jesucristo, de la cual la expiación de sangre hecha por sus sacerdotes no era más que un cuadro oscuro.

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