Y todas sus esculturas serán batidas en pedazos y todos sus ingresos, es decir, los de prostitución espiritual, las ofrendas consagradas colocadas sobre los altares de los ídolos, serán quemadas con el fuego, y todos sus ídolos los dejaré desolados, convirtiéndolos en un desierto; porque ella lo recogió del salario de una ramera, con su adulterio espiritual, y volverán al salario de una ramera, porque los enemigos se llevaron los ricos tesoros y los consagraron a sus propios ídolos. La vanidad de la adoración falsa, también a este respecto, rara vez parece afectar la conciencia de los idólatras.

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