Pero cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, para gozar de las ricas bendiciones del Nuevo Testamento; y nadie los atemorizará, todos los enemigos de la humanidad habiendo sido vencidos por el poder del Mesías; porque la boca del Señor de los ejércitos lo ha hablado, siendo su solemne declaración el consuelo de todos los creyentes hasta el fin de los tiempos.

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