El león hizo pedazos lo suficiente para sus cachorros, tanto como sus crías lo deseaban, y estranguló para sus leonas y llenó sus agujeros, las guaridas ocupadas por él, con presas y sus guaridas con ravin, sus escondites con despojos. Aun así, los reyes de Asiria acumularon tesoros tomados de todas partes del mundo para uso de los habitantes de Nínive.

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