He aquí, yo estoy contra ti, dice Jehová de los ejércitos, príncipe de los ejércitos celestiales, y quemaré sus carros en el humo, y todo su material de guerra se convertirá en humo, y la espada devorará a tus leoncillos. los valientes de la ciudad; y cortaré tu presa de la tierra, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros, que se jactaban del poder y la hazaña de Asiria y Nínive. Dios tiene formas de someter incluso a los enemigos más poderosos, sin importar cuán poderosamente se levanten en su propia vanidad.

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