Y los gobernantes del pueblo habitaban en Jerusalén, la capital de la provincia. El resto del pueblo también echó suertes para traer a uno de cada diez, de la gente común, a vivir en Jerusalén, la Ciudad Santa, y nueve partes a vivir en otras ciudades. El propósito de Nehemías era aumentar la población de la ciudad, porque los habitantes de la ciudad estaban muy dispersos dentro de las murallas. Cfr. Nehemías 7:4 .

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