Y todo Israel en los días de Zorobabel y en los días de Nehemías dio las porciones de los cantores y porteros, las cuotas destinadas a su sustento, cada día su porción; y santificaron cosas santas a los levitas, trayendo sus dones consagrados o dedicados; y los levitas los santificaron a los hijos de Aarón, los sacerdotes, y los levitas entregaron a los sacerdotes el diezmo de las ofrendas que les habían sido dedicadas y confiadas a su cuidado.

Es un buen augurio para la obra de la Iglesia si todos sus miembros se regocijan por los ministros del Señor y aceptan voluntariamente el mantenimiento de los siervos de la Palabra. El sacrificio de los labios agrada al Señor sólo cuando se apoya en el sacrificio de las manos.

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