Y salí de noche por la Puerta del Valle, muy probablemente la de Hinnom hacia el sureste, incluso antes del Pozo del Dragón, una fuente o estanque en el lado opuesto del valle, y al Puerto del Estiércol, la puerta donde el Los escombros de la ciudad fueron arrojados y quemados, y se vieron los muros de Jerusalén, que fueron derribados, quedándose en ruinas, y sus puertas consumidas por el fuego.

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