Y los gobernantes no sabían a dónde iba, ni lo que hacía, él mantuvo este estudio en estricto secreto; ni se lo había dicho todavía a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los gobernantes, ni a los demás que hacían el trabajo, ni a los funcionarios ejecutivos de la provincia, ni a los funcionarios de la iglesia, ni a ningún otro. que trabajaba en el servicio público había sido informado del motivo de su visita.

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