Y la nube se apartó del tabernáculo, se elevó en alto, en señal del hecho de que las relaciones entre Dios y su pueblo se habían roto; y he aquí Miriam se puso leprosa, blanca como la nieve; en lugar de ser reconocida por Dios como líder del pueblo al lado de Moisés, fue maldecida con la plaga, que la excluiría de en medio de la congregación como persona inmunda, marginada; y miró Aarón a Miriam, y he aquí que estaba leprosa; su cuerpo entero se apoderó de la terrible enfermedad en un momento.

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