Y lo comeréis en todo lugar, vosotros y vuestras familias; después de pagar sus propios diezmos, tenían la libertad de hacer esto; porque es tu recompensa por tu servicio en el Tabernáculo de la Congregación. De esta manera, los levitas fueron liberados de las preocupaciones y preocupaciones de la vida diaria, y pudieron dedicarse exclusivamente a su ministerio en la observancia de los estatutos de Jehová.

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