¿Y por qué nos hiciste salir de Egipto, que el recuerdo de su infancia ahora pintaba ante sus ojos con colores brillantes, para traernos a este lugar maligno? No es lugar de semilla, es decir, donde pueda crecer el grano, ni de higos, ni de viñas, ni de granadas; tampoco hay agua para beber. Echaban de menos todas las delicias del campo, la huerta y el viñedo, y toda la situación los llenaba de disgusto.

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