Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré, el rey debía permanecer en el altar, mientras Balaam salía a buscar buenos augurios, o presagios, en algunas señales o portentos de la naturaleza, porque de esa manera muchos de los adivinos paganos pretendían predecir el futuro; quizás el Señor vendrá a mi encuentro; y todo lo que me muestre, te lo diré. Y fue a un lugar alto, a una cima vacía y solitaria de la colina, desde donde tendría una vista sin obstáculos en todas direcciones, porque esperaba recibir o descubrir en los fenómenos de la naturaleza una Revelación de Jehová.

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