También serán destruidos los lugares altos de Aven, de Betel, el pecado de Israel, donde se practicaba la idolatría de manera tan espantosa ; el espino y el cardo subirán sobre sus altares, y serán cubiertos de mala hierba; y ellos, los habitantes del país, dirán a los montes: ¡Cúbrenos! y a las colinas, ¡caigan sobre nosotros! Ese es el clamor de los incrédulos, de los enemigos de Dios, cuando ven que se acerca el juicio, cuando es demasiado tarde para la salvación.

Cfr. Isaías 2:19 ; Lucas 23:30 .

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