El viento la ha atado en sus alas, o "la tempestad se apodera de ellos con sus alas". y se avergonzarán de sus sacrificios, porque su confianza en sus sacrificios idólatras resultaría ser una esperanza vana. Así, las esperanzas de los incrédulos e idólatras siempre serán vanas y necias, porque no hay salvación fuera de la liberación anunciada por el único Dios verdadero.

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