v. 24. Hay quien esparce, practicando alegre liberalidad con los bienes que le han dado en la vida, y sin embargo aumenta, ya que la bendición del Señor más que compensa el dinero gastado en benevolencias; y hay quien retiene más de lo que le conviene, ni siquiera dando su parte para el alivio de los sufrimientos corporales y espirituales, sino que tiende a la pobreza, a pesar de su cuidadoso atesoramiento, sus posesiones disminuyen, de modo que ahorra sólo para la pobreza.

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