v. 19. Un hermano ofendido es más difícil de ganar que una ciudad fuerte, o si ha sido alejado por alguna ofensa deliberada, por una falta de fe, mirará con sospecha cada intento de ajuste; y sus contiendas son como los barrotes de un castillo, las disputas entre antiguos amigos son los obstáculos más tenaces a la reconciliación.

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