v. 9. Es mejor morar en un rincón del terrado, sentado solo y abandonado en el parapeto del techo plano oriental, expuesto a todas las condiciones climáticas, que con una mujer peleona, una siempre quejándose y peleando, en un casa amplia; porque aunque la casa sea lo suficientemente grande para varias familias, no es lo suficientemente grande como para permitir la paz cuando uno u otro cónyuge es adicto a un comportamiento tan desagradable.

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