v. 16. El que oprime al pobre para aumentar sus riquezas, su opresión resulta en riquezas mal habidas para sí mismo, y el que da a los ricos seguramente llegará a la miseria, tal acto resultará en nada más que pérdida para él mismo. En cualquier caso, el egoísmo es el motivo dominante, y en cualquier caso, el castigo de Dios golpeará al transgresor.

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