Donde no hay visión, la gente muere; si la revelación es escasa, si la Palabra de Dios es preciosa, si los hombres no juzgan debidamente las circunstancias en relación con sus efectos finales, la gente se vuelve salvaje, intransitable, crece más allá de la disciplina; pero el que guarda la ley, feliz es, seguro que vendrá bajo la bendición de Jehová.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad