Honra al Señor con tus bienes, con las riquezas que uno disfruta como Su bendición, pagándole con los dones otorgados por Él, y con las primicias de todos tus beneficios , el rendimiento de tu trabajo y la cosecha de la tierra, porque El mero servicio de labios para afuera no es suficiente, el Señor demanda evidencia tangible de la fe que Sus hijos profesan poseer;

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