Me rodearon como abejas, o "como avispas", que eran particularmente molestas y feroces durante la época de la cosecha; se apagan como el fuego de los espinos, que se enciende con gran fuerza, pero se apaga con la misma rapidez; porque en el nombre del Señor los destruiré. Segura de la ayuda de Jehová, la congregación está en todo momento poseída de un sentimiento de triunfo.

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