Pones a prueba a todos los impíos de la tierra como escoria, escoria o desperdicio, que queda en las fundiciones después de que los metales puros se han obtenido del mineral; tal escoria se desecha y se tira; por eso amo tus testimonios, porque el mismo cumplimiento de la amenaza de castigo de Dios sobre los impíos atrae al creyente más cerca de la Palabra.

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