Señor, clamo a Ti, con la conciencia de la emergencia que lo acecha; apresúrate a verme, ya que la necesidad es tan grande; presta oído a mi voz, prestando atención a ella, cuando clamo a ti. El alma angustiada, llena de angustia, se inquieta como si Dios estuviera lejos de él, y por eso lo llama a acercarse con misericordia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad