Pídeme, el Hijo debe pedir libremente al Padre, porque el amor del Padre no negaría nada al Hijo de Su engendramiento eterno, y Yo te daré los paganos por Tu herencia y los confines de la tierra por Tu posesión. Naciones, dominios, los mismos confines del mundo están en manos del Mesías; hombres de todas las naciones, gente de los mismos confines de la tierra habitada, reconocerían a Cristo como su Señor misericordioso, su Soberano misericordioso.

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