Salmo 2:1

Este salmo pertenece a la clase llamada mesiánica. Es un salmo lleno de esa gran esperanza nacional de los judíos con respecto a Él que estaba por venir. El tipo más noble de esperanza nacional, la idea más elevada de "destino manifiesto", no es simplemente un gran acontecimiento, sino un gran personaje. Es el ideal de un gran carácter que debe llegar a ellos y luego crear un gran carácter en toda la gente. La esperanza de la llegada de tal ser era la idea dominante del pueblo judío.

I. ¿Cuál es la filosofía de los salmos mesiánicos? Hay tres oradores y una serie de expresiones. El primero es el escritor del Salmo, quien está, por así decirlo, para llamar la atención del pueblo sobre los dos grandes Oradores. Estos dos grandes; Los oradores son, primero, el Señor Jehová, quien está detrás de todo lo que se hace y dice en el judaísmo, y, en segundo lugar, el que viene, el Ungido, el Rey, el Mesías mismo.

El escritor se erige como el coro de la gran tragedia. Ve a Dios tomando la soberanía del mundo y trayendo al mundo a su Salvador. Él ve, mirando hacia abajo a través de las edades, que la persecución vendrá. Así que estalla de asombro: "¿Por qué se enfurecen los paganos?"

II. Pero el gran propósito de Dios de hacer a Jesús Rey del mundo no cambia ni cambia. Y así Él habla: "El que está sentado en los cielos se reirá". Jesús reinará. Ese es el propósito determinado de Jehová.

III. El tercer orador es Cristo mismo. "Declararé el decreto", etc. Cristo está en el mundo y está seguro del mundo. Sentado en el trono, reconociendo claramente quién lo puso allí, nunca lo dejará hasta que todas las naciones sean sus naciones.

IV. Al final, volvemos al escritor del coro que nos dice cuál es el significado de todo. "Ahora, reyes, sed sabios", etc. Resuena la gran voz del salmista, que declara que al final de las cosas sólo el que está del lado de la justicia tendrá lugar y poder en este mundo. Si nos oponemos al Hijo de Dios y Su justicia, nuestra fuerza morirá fuera del mundo.

Phillips Brooks, Christian World Pulpit, vol. xxix., pág. 232.

I. De este Salmo deducimos que existía una oposición diversa y ampliamente difundida a los reclamos y al reino del Mesías. Se dice que la hostilidad es (1) general; (2) enojado y decidido; (3) organizado; (4) el retroceso de la moderación y la sumisión sanas.

II. La segunda parte del Salmo nos revela el tratamiento de esta oposición y su derrocamiento. "Romperás el dobladillo con vara de hierro; los despedazarás como vasija de alfarero".

III. Tenemos el propósito anunciado en cuyo cumplimiento se puede alentar nuestra fe e inspirar nuestra esperanza. "Declararé el decreto; el Señor me ha dicho: Mi Hijo eres tú; hoy te he engendrado".

WM Punshon, Sermones, segunda serie, pág. 118.

Referencias: Salmo 2:1 . Expositor, tercera serie, vol. v., pág. 305. Salmo 2:2 . Spurgeon, Sermons, vol. ix., número 495.

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