Ahora sé que el Señor salva a su ungido, permitiéndole experimentar su ayuda misericordiosa, como dice el cantor en la confianza de la fe; Lo oirá desde su santo cielo, el trono de su majestad, con la fuerza salvadora de su diestra, con las maravillas de su omnipotencia. Esta confianza se basa en los medios de la gracia, en el sacrificio y en la palabra que lo acompaña.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad