Él recibirá la bendición del Señor, es decir, la justicia de Dios en Jesucristo, imputada a todos los creyentes y asegurándoles su salvación, y la justicia del Dios de su salvación. Es mediante este proceso de otorgar justicia a un oyente tras otro de la Palabra que se reúne una generación, un pueblo, cuyo objetivo principal en la vida es aprender más de Jehová, su Dios.

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