5. Recibirá bendición. Mientras más efectivamente mueva las mentes de los israelitas, David declara que nada es más deseable que ser contado entre el rebaño de Dios y ser miembros de la iglesia. Debemos considerar aquí que hay un contraste implícito entre los verdaderos israelitas y aquellos de ellos que eran degenerados y bastardos. Cuanto más licencia se otorgan los malvados, más presumidos son al pretender el nombre de Dios, como si estuviera obligado a ellos, porque están adornados con los mismos símbolos o distintivos externos que los verdaderos creyentes. En consecuencia, el pronombre demostrativo esto, en el siguiente verso, tiene un gran peso, ya que excluye expresamente a toda esa generación bastarda que se gloría solo en la máscara de las ceremonias externas. Y en este versículo, cuando habla de bendición, insinúa que no son los que se jactan de ser los siervos de Dios, mientras que solo tienen el nombre, quienes serán los participantes de la bendición prometida, sino aquellos que solo responden a sus llamando con todo su corazón y sin hipocresía. Es, como ya hemos observado, un incentivo muy poderoso para la piedad y una vida recta, cuando los fieles están seguros de que no perderán su trabajo en seguir la justicia, ya que Dios tiene reservada para ellos una bendición que no les puede fallar. La palabra justicia puede explicarse de dos maneras. Significa todos los beneficios de Dios, por lo cual él demuestra ser justo y fiel hacia su pueblo al cumplir sus promesas, o denota el fruto o la recompensa de la justicia del creyente. De hecho, el significado de David es abundantemente manifiesto. Tiene la intención de mostrar, por un lado, que no es de esperar que el fruto o la recompensa de la justicia se otorgue a aquellos que injustamente profanan la adoración sagrada de Dios; y por otro lado, que es imposible que Dios decepcione a sus verdaderos adoradores; porque es su oficio peculiar dar evidencia de su justicia haciéndoles el bien.

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