Oh, pruébalo, pruébalo como algo extremadamente apetecible, y ve, disfrutándolo también con los ojos, que el Señor es bueno, el salmista insta a los creyentes a buscar la experiencia, a asegurarse por sí mismos. Bienaventurado el hombre que en él confía, hace de Jehová su refugio; porque el que le teme, tiene en él todas las bendiciones.

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