Porque Tú, Señor, bendecirás a los justos con tales bendiciones espirituales que contribuyan a la felicidad eterna; Lo rodearás con gracia, lo rodearás por todos lados, como con un escudo, siendo el gran escudo que cubría todo el cuerpo. Esa es la bendita seguridad de los creyentes de todos los tiempos, la protección segura de Dios contra todos los malos designios de todos los oponentes, sin importar cuán numerosos y poderosos sean. El creyente confía en Jehová, el Dios de su salvación, y lo adora con santo temor, sabiendo que está a salvo bajo Su cuidado.

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