Porque no hay fidelidad en su boca, no son firmes y de un mismo sentir en su hablar, no se puede depender de ellos en lo que dicen; su parte interior, todo su corazón y mente, es muy maldad, un abismo de destrucción; sepulcro abierto es su garganta, bien apartada para agarrar y devorar; adulan con la lengua, ocultan sus verdaderas intenciones con el pretexto de la adulación.

Pablo también usa esta descripción en su descripción de los impíos, Romanos 3:13 . David ahora invoca sobre todos estos la ira de Jehová.

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