Que se derritan como aguas que corren continuamente, de las cuales no queda ni rastro; cuando dobla su arco para disparar sus flechas, se piensa que el enemigo está pisando el arco para doblarlo y fijar sus flechas para disparar, que ellos, todos los enemigos representados por éste, sean como cortados en pedazos, su flechas sin efecto, como si tuvieran sus puntas cortadas.

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