Tú has quebrantado a Rahab, has aplastado y herido al poderoso Egipto en el tiempo de la liberación de Israel de su esclavitud, como a un muerto; Has esparcido a tus enemigos con tu brazo fuerte. Todos los enemigos del Señor y de Su Iglesia están heridos de muerte y derribados por la fuerza de Su brazo todopoderoso.

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