Él clamará a Mí, el Mesías llamando expresamente a Dios por este nombre: Tú eres Mi Padre, Mi Dios y la Roca de Mi salvación, Su Padre en virtud de Su generación eterna de la esencia de Dios, Su Dios en virtud de Su verdadera humanidad, y en esta capacidad también la Roca de Su salvación, a quien se dirigió una y otra vez en una súplica pidiendo ayuda en Su obra de expiar los pecados de la humanidad.

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