El Señor en las alturas es más poderoso que el estruendo de muchas aguas, sí, que las poderosas olas del mar, en su altura, el Gobernante imperturbable, está sentado Jehová, el Mesías, que reina para siempre, en cuyos ojos los salvajes esfuerzos de los enemigos más poderosos son insignificantes luchas de pigmeos; Los tiene a todos burlándose de sus intentos de destronarlo.

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